La excelencia operacional es un estilo de vida

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El programa PMALIÓN, de Cementos ALIÓN, es un modelo de excelencia operacional que está dirigido a las empresas del sector concretero. También es un modelo de gestión útil para los constructores que dentro de su modelo de negocio cuentan con la unidad de producción de concreto. El programa está diseñado sistemáticamente con el fin de integrar todos los procesos y está basado en el mejoramiento continuo. De esta forma contribuye con él objetivo de diseñar y planear las estrategias de la operación, de tal forma que, con base a los indicadores del negocio, presupuestos y procedimientos se llegue a la contribución y mejoramiento de la rentabilidad.

Claramente, la excelencia operacional en la industria del cemento y del concreto es una meta. Hoy en día en las organizaciones industriales lo apropian como un modelo para lograr los objetivos propuestos para la empresa y además satisfacer las necesidades de los clientes. La excelencia operacional es conocida por su abreviatura en inglés “OpEx” (Operational Excellence).

La excelencia operacional tiene varios conceptos filosóficos, entre los que se pueden encontrar: 1) la excelencia de operación como manufactura esbelta; 2) la excelencia operacional como alta calidad; 3) y la excelencia de operación como filosofía y cultura. Todos estos conceptos son aplicados en la industria del cemento y del concreto de acuerdo con un modelo, y todos conducen a la mejora continua de los procesos, una alta calidad, buena eficiencia productiva y a un servicio oportuno y competitivo.

Este modelo nació como un concepto entre los años 1909 y 1970, en donde se integraron a esta filosofía herramientas de mejoramiento continuo. Con base a lo anterior, también se generó una cultura para alcanzar las metas y objetivos propuestos y que debería llegar a todos los niveles de la organización. El comportamiento, la forma de pensar y de hacer las cosas por parte de todos los trabajadores, fueron fuertemente valoradas para obtener los resultados, bajo la premisa de que “las empresas no son nada sin sus empleados y estos tampoco son nada sin sus líderes” (Luis Amendola 2007).

Un modelo de excelencia operacional es una metodología cultural que se debe ir implantando en toda la organización de forma progresiva. Esta permite cambiar la cultura organizacional ya que, si se presentan paradas o estancamientos en el tiempo que no estén alineadas con el modelo, ello imposibilitará lograr la meta de la excelencia operacional. Por consiguiente, los trabajadores deberán tener autoridad y poder para tomar decisiones y para realizar los cambios que sean necesarios en los procesos.

Sabemos que es una etapa difícil y que toma tiempo, debido a que muchos empleados están acostumbrados a trabajar de una forma mecánica, y que además les gusta que les indiquen qué hacer. Un cambio para llegar a esta nueva mentalidad debería ser que el trabajador modifique su forma de trabajar, que actúe por iniciativa propia, que pueda tomar decisiones, que sepa qué hacer cuando se presente un problema y pueda buscar las posibles soluciones. Una vez se logra el cambio en toda la organización, y que todos estén comprometidos, los resultados son el incremento de la rentabilidad y lograr la sostenibilidad de la empresa. De hecho, estos resultados se verán reflejados en un corto tiempo.

La excelencia operacional contribuye a ampliar la ventaja competitiva de la empresa en el mercado en el que participa. Hoy por hoy, todo el personal dentro de la organización necesita estar actualizado y en constante entrenamiento, recibiendo capacitación, al igual que requiere estar empoderado para acelerar la toma de decisiones bajo su responsabilidad. Si no se da un buen empoderamiento se ve truncado el proceso de mejorar, construir cultura y desarrollar el modelo. También es importante el compromiso total de la alta gerencia y la influencia en su culturización. Es decir, la buena disposición para adoptar una cultura hacia la excelencia, basado en mejorar los canales de comunicación, con claridad, oportunidad y respeto. Dicha comunicación debe ser en todos los niveles de la organización. El modelo de excelencia operacional debe buscar el “qué, cuándo y cómo” se puede y debe entrar a corregir alguna actividad o tarea en el proceso. Se trabajaba bajo requerimientos tales como: analizar las habilidades necesarias que se tienen y compararlas con la que se requieren; ubicar los recursos internos y externos para mejorar las competencias; y compartir y comunicar las habilidades.

En todas las organizaciones de la industria cementera y del concreto se deberían desarrollar grupos de alto desempeño. Estos son indispensables en los nuevos modelos de la gerencia actual. No es posible tener éxito con las antiguas estrategias, pues hoy hay un mayor mercado que tiene nuevas exigencias dentro y fuera de la organización.

La innovación de productos en la industria del cemento y del concreto es parte integral de la excelencia operacional, en donde la forma de hacer las tareas o actividades pueden mejorar de forma continua. De hecho, la mejora continua puede tener varias definiciones, pero todas tiene algo en común: diseñar e implementar nuevas formas para satisfacer las necesidades de nuestros clientes, reflejado como un “valor agregado” y/o “propuesta de valor”. En otro contexto es el conjunto de características, funciones y beneficios que deben tener los productos y/o servicios para que los clientes identifiquen la empresa y la prefieran por encima de la competencia.

La tecnología juega también un papel muy importante debido a que los avances tecnológicos ayudan a mejorar el control de los procesos, tareas y actividades. Si aplicamos bien la tecnología y la innovación podremos sacar el mejor provecho en la búsqueda de la satisfacción del cliente, cuando esta es apropiada para el mercado y segmento de cliente. Es por esto que la excelencia operacional es una forma de cambiar y de revolucionar la ventaja competitiva las empresas, al ser un modelo de mejora continua, motivado en la innovación, cultura, y grupos del alto desempeño con enfoque y empoderamiento.

La cultura organizacional es un requisito indispensable para conseguir el alto desempeño de los equipos de trabajo. Los equipos de trabajo en las empresas han sido restringidos ya que todas las acciones y actitudes suelen estar basados en un sistema de autoridad, impidiendo que se desarrolle de forma individual el alto desempeño del trabajador. Y la excelencia operacional ayuda a mejorar las interacciones entre los procesos y los equipos de trabajo.

Si aplicamos de forma integrar la innovación, cultura, tecnología y el alto desempeño en nuestras vidas, podemos estar listos y preparados para los desafíos cotidianos. Pero el modelo de excelencia operacional es diferente para una empresa. Estos modelos se realizan bajo contextos de mercado, operación, organización y cliente final. Los modelos, en términos de estructura, trabajan 3 puntos principales: organización, incluyendo los colaboradores, grupos de alto desempeño, entre otros; procesos, mediante su caracterización, e interrelación; y tecnología, por ejemplo, con el uso de sistema ERP.

Entre la organización y los procesos debe existir flexibilidad, es decir, los procesos no deben ser rígidos o cuadriculados, con el fin de poder adaptarse al mercado. Entre la tecnología y la organización debe existir efectividad. La información debe ser relevante y verás para facilitar la toma de decisiones. Entre tecnología y los procesos debe existir eficiencia, pues estos deben integrarse para buscar el mejor resultado y lograr las metas.

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Autor
José Mauricio Cárdenas Castro
Ingeniero de Materiales.
Especialista en Alta Gerencia, y Especialista en Negocios Internacionales.
Líder de Soporte Técnico de ALIÓN
Febrero 24 de 2021

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